Las horas distantes – Kate Morton

image descriptionLeer a Kate Morton es un verdadero placer. Y cuando escribo esto, me refiero a que es un VERDADERO PLACER. Sus libros tienen algo especial, un no se qué que te hace querer devorártelos y a la vez leerlos con calma, palabra a palabra, degustando las ideas para no agotar tal fuente de entretención, porque sabes que nada bueno dura para siempre. Sin lugar a dudas Las horas distantes no es la excepción, porque si hay algo que Morton sabe hacer, de modo inteligente y refinado, es narrar bien una historia.

La novela muestra cómo una carta, enviada desde un castillo de Inglaterra hace ya bastantes años, remueve secretos de un pasado familiar que se creía enterrado. Durante la Segunda Guerra Mundial, Meredith es evacuada de Londres y acogida en Milderhurst Castle por el autor del clásico infantil La verdadera historia del Hombre de Barro y sus tres extravagantes hijas: la misteriosa Juniper y las gemelas Seraphina y Persephone Blythe. Cincuenta años más tarde, Edie Burchill, hija de Meredith, investiga el pasado de su madre en Milderhurst, donde, ya ancianas, las excéntricas hermanas viven todavía, sin intención alguna de revelar sus secretos a ningún intruso.

Kate Morton es una genio. No sé qué más escribir, podría redactar una opinión sumamente subjetiva y llena de adjetivos que califiquen su legado positivamente, porque eso es lo que creo que merece; se ha convertido en uno de mis referentes literarios con tan solo tres novelas a cuestas en menos de cinco años. Si proyectamos estos números -y cruzo dedos de manos y pies para que siga siendo así de prolífica-, mi sonrisa es inevitable, porque significaría que cada dos o tres años tendríamos una nueva novela de misterio de esta gigante literaria.

Me da una sensación, y lo escribo porque creo que los blogs son para expresarse libremente, que Morton ha descubierto una receta para escribir tremendas novelas de misterio. Algunos me tomarán por hereje literario, pero mi teoría se basa en que las tres novelas que he tenido el placer de leer de esta autora (La casa de Riverton, El jardín olvidado y Las horas distantes) comparten una serie de elementos que quiero poner en el tapete a continuación:

  • Todas son sagas familiares que están narradas de un modo poco convencional, en el que saltamos en el tiempo según Morton estime conveniente presentarnos la escena y la información.
  • Todas las historias tienen relación con épocas victorianas y se desarrollan, en parte, durante la Segunda Guerra Mundial -aquí no me detendré, pero creo que la atmósfera que confiere a sus novelas está maravillosamente bien lograda; es sabido el interés de la autora por esta época y lo estudiosa que ha sido para la elaboración de sus obras-.
  • Todas las novelas tienen personajes relacionados con las artes (poetas, escritores), sin contar que en ellas se utiliza, en mayor o menor grado, la temática de los cuentos de hadas.
  • Todas las historias se relacionan con secretos familiares muy bien guardados que finalmente no son lo que aparentaban ser -un punto muy importante que lamentablemente no puedo desarrollar, dado que sería dar spoilers de los finales de las novelas-.
  • Por último, y a mi gusto un punto primordial que tiene directa relación con el talento de Morton, es la perfecta dosificación del suspenso y de la información -tanto de lo real como de los elementos distractores- a través de las páginas de sus tremendas novelas.

Pues bien, luego de este arrebato de sinceridad expuesto casi como una corriente de consciencia, no puedo dejar de mencionar lo impresionantemente bien constituída que se encuentra Las horas distantes. Los personajes son únicos y cada cual aporta al relato algo mágico e inigualable, una voz personal que a través del narrador mueve y conmueve. Las líneas argumentales, tanto principal como secundarias, danzan armoniosas en una sinfonía compuesta de forma magistral por Morton. Destaco la forma en que se presenta a las tres hermanas y cómo se perfilan a lo largo de la novela, cada cual con sus secretos y su pasado a cuestas, del cual uno llega a ser más que un mero espectador. Sin lugar a dudas, Kate Morton es una narradora innata, la cual estará de regreso pronto con El cumpleaños secreto (The secret keeper, versión en español). No nos queda más que esperar un par de meses para que nos vuelva a sorprender con una historia llena de misterios familiares. Y por supuesto, para comprobar si la receta sigue funcionando o no.

CITAS DEL LIBRO:Kate Morton

  • Y había algo más, subyacente, que lindaba con lo asfixiante y pútrido, aunque no era exactamente eso. Tardé un buen rato en comprender de dónde provenía ese olor: es el pasado. Pensamientos e ilusiones, esperanzas y heridas, una mezcla que fermenta lentamente en el aire viciado, incapaz de disiparse por completo.
  • Era una tragedia que tantos hermosos jardines del país hubieran sido abandonados o destinados al cultivo de verduras. Según decía Juniper en su última carta, a lo largo de Rotten Row, en Hyde Park, las flores habían sido aplastadas por grandes pilas de maderas, hierros y ladrillos —esqueletos de innumerables casas— y todo el sector sur se había transformado en huerta. Era necesario, Saffy lo sabía, pero no por ello menos trágico. La falta de patatas dejaba un estómago vacío, pero la ausencia de belleza endurecía el alma.
  • Una defensiva cautela se había apoderado de su expresión. Observaba el café desconocido y decididamente moderno. Aparté la vista, miré mis manos, la mesa, jugué con la cremallera de mi bolso, hice lo posible por ignorarla. En los últimos tiempos ese gesto desconcertado es más frecuente, porque mi madre está envejeciendo, porque yo misma estoy envejeciendo o tal vez porque el mundo de hoy es realmente vertiginoso. Mi reacción me alarma, porque ante la debilidad de mi madre debería ser más piadosa, más afectuosa con ella, pero no lo soy. Representa un desgarrón en el tejido de la normalidad, y me asusta porque indica que todo puede volverse desagradable, irreconocible.
  • Las aventuras amorosas terminan, las personas se traicionan, los amantes se separan. El devenir de la humanidad está plagado de tragedias individuales.
  • Juniper no toleraba la eternidad. Sabía que solo existía el aquí y ahora, y el latido de su corazón, ligeramente acelerado porque viajaba rumbo a Londres en un tren ruidoso y vibrante.
  • Supongo que en la vida de todos los niños hay un momento en que las cortinas se descorren y entonces comprenden que sus padres no son inmunes a las peores debilidades humanas. Que no son invencibles. Que en ocasiones hacen cosas para su propia satisfacción, para alimentar sus propios monstruos. Somos una especie egoísta por naturaleza, señorita Burchill.
  • El amor inspira actos crueles.
  • La piel de su rostro estaba cenicienta y en sus arrugas había décadas de culpa.