HHhH – Laurent Binet | Rincón de Crítica Literaria

Algo me pasó con este libro que no pude escribir sobre él al momento de terminarlo. Y es que meditando sobre la finalidad de mi blog caí en la cuenta de que si un texto no me gusta tengo que decirlo y ya, pero el debate en mi cabeza previo a esta conclusión duró bastante más de lo que hubiese deseado. No me gustó HHhH. No me gustó para nada. Y ahora que releo las frases que más me llamaron la atención, aquellas que escribo bajo mis comentarios en cada “crítica”, pienso que quizás fui yo y no el libro, que yo no estaba preparado para este tipo de lectura. Porque la novela ha sido premiada y reconocida por A, B y C, lo que hizo que me cuestionara aún más si debía escribir lo que realmente me hizo sentir el leerlo o no.

HHhH –Himmlers Hirn heisst Heydrich, algo así como “el cerebro de Himmler se llama Heydrich”- aborda un acontecimiento histórico real: el intento de asesinato de Reinhard Heydrich, quien llegó a ser jefe de la Gestapo, por parte de dos paracaidistas de la resistencia: Gabcik y Kubis. Estos hombres aterrizaron en Praga con la peligrosa misión de terminar con la vida de uno de los hombres más temidos del Tercer Reich, saliéndoles el tiro por la culata y culminando con ellos y otros más de su bando acorralados en una iglesia por una cantidad inimaginable de soldados del bando contrario, con las alternativas de ser capturados o el suicidio.

A favor de Binet, la historia que aborda el libro es, a mi gusto, novelesca pero debo decir, y sin ánimo alguno de ofender, que en sus páginas se percibe su obsesión con el tema. Y una variable a analizar que creo es necesaria de plantear es la relacionada con el tipo de obra que representa este libro. ¿Es una novela, un ensayo, un diario de vida con copy-paste de distintas fuentes de información sin referencias? Para mi es un popurri de todas las anteriores que no entra en ninguna clasificación. Y aquí puedo mirar el vaso medio lleno o medio vacío. ¡Qué maravillosa la literatura con todas las opciones que nos da, un árbol de raíces y ramificaciones interminables!

Binet delínea a Heydrich en la no menor cantidad de ciento ochenta hojas. Ciento ochenta solo para contextualizar. Luego de esa introducción, recién empezamos a ver a quienes serán los héroes de su historia, personajes que son personas reales, con personalidades tan faltas de profundidad como solo los hechos verificables pueden determinar. Binet se obsesionaba con ciertos detalles de la historia -como el color del auto de Heydrich- de tal forma que aburre a más no poder. Si hasta su novia lo deja en la mitad de las páginas porque ya no aguanta su comportamiento obsesivo. Hojas y hojas de historia. Hechos, fechas, lugares, nombres que poco o nada aportan al entramado final de su historia. Y es que al parecer Binet no pudo mantenerse en lo esencial para lograr el efecto deseado en el lector de contar una historia que es potente, pero que pierde mucho con el exceso de información que adorna su libro como si fuese un árbol de navidad, de esos bien chillones y sobrecargados.

Economía. Eso faltó en este popurri de acontecimientos, anécdotas, pensamientos, fechas y cuántas cosas más pegadas y cocidas y puestas en las estanterías, con varios premios a su haber y el aplauso de la crítica. He leído bastantes comentarios en la web y no he encontrado ni uno solo que sea neutro a la obra del francés. O gusta o no. En mi opinión, es un libro solo para valientes que gocen con la historia universal. El que no se arriesga… ya se saben el dicho.

CITAS DEL LIBRO:

  • ¿Hay algo más vulgar que atribuir de modo arbitrario, con la pueril intención de lograr un efecto de realidad o, en el mejor de los casos, sencillamente de comodidad, un nombre inventado a un personaje inventado?
  • Si seguía remontando hasta el infinito la cadena de casualidades, no hacía más que retrasar el momento de afrontar el sol de cara, la parte efectista de la novela, la escena clave.
  • Sin embargo, Hitler ha declarado: <<Iniciar una guerra siempre es como abrir la puerta de una habitación sumida en la oscuridad. Nunca se sabe lo que se oculta ahí dentro.>>
  • No puedo contar esta historia tal como debió de ser. Todo ese fárrago de personajes, acontecimientos, fechas, toda la ramificación infinita de relaciones causa-efecto, y luego esa gente, esa gente de verdad que ha existido de verdad, con su vida, sus actos y sus pensamientos que apenas si llego a rozar… Una y otra vez me doy contra ese muro de la Historia por el que trepa y se extiende imparable hacia arriba, cada vez más dura, la hiedra desalentadora de la causalidad.
  • Y también es él (Flaubet) quien me da una total garantía cuando escribe: <<Valemos más por nuestras aspiraciones que por nuestras obras.>> Lo que significa que puedo fracasar con mi libro.
  • Yo digo que inventar un personaje para comprender unos hechos históricos es como falsificar las pruebas. O más bien. como dice mi hermanastro, con quien discuto de todo esto, culpar al escenario del crimen cuando en realidad las pruebas abundan por el suelo…
  • Algo parecido ocurre con este libro: la historia es cruel, los protagonistas emocionantes y yo soy ridículo.