Historias de Paula: Antología de reportajes y entrevistas – Varios autores

Historias de PaulaHistoria. Si hay algo que esta antología nos deja es eso: historia. Revista Paula tuvo su primera edición en el año 1967, y desde entonces ha destacado por el enfoque y la calidad periodística de los artículos y entrevistas que número a número ha entregado a la población chilena. Una revista que supo hacer frente a un Chile pacato, a un Chile cursi, y dejó en manos de un público femenino -en su mayoría- historias de alto impacto, que por el reverso tenían moldes para una blusa bonita o un pantalón a la moda. Una dualidad que supo llevar a buen puerto, porque gracias a este modelo editorial es que ahora, treinta y algo años desde su fundación, podemos leer historias que creíamos olvidadas. Un rescate patrimonial, vale decir, es lo que hace Historias de Paula, con plumas tan variadas, que van desde Isabel Allende y Amanda Puz hasta Ximena Torres Cautivo y Delia Vergara.

En esta antología de reportajes y entrevistas, Paula nos invita a ser parte de la reconstrucción social de varias generaciones chilenas -esencialmente de lo más reciente-, a mirar con lupa la cicatrización de una nación herida. Letras punzantes, preguntas impertinentes. La revista ha sabido agregar valor a la industria editorial, no solo mediante reportajes de alto impacto, sino que también siendo voz de los no escuchados, de quienes no llevan corona ni banda presidencial. Sin lugar a dudas un hermoso recorrido por lo que nos caracteriza: la demencia, el oportunismo, la necesidad de seguir tendencias, la lucha por la igualdad de derechos. De todo nos encontramos en los cuarenta y tantos reportajes que componen una antología de lujo. ¿Qué es de un país sin memoria? Pues nada. Y qué mejor que la memoria quede escrita y publicada, con tantas plumas como voces se pueden encontrar. Porque he ahí el valor de este mamotreto: muchas visiones individuales saben componer una visión holística de una nación en crecimiento, que poco sabe diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo ético y lo no tanto.

Desde Isabel Allende haciendo una prueba para ingresar al Bim Bam Bum hasta entrevistas a figuras políticas como Piñera o Bachelet. Desde una visión íntima al matrimonio de Pinochet hasta la emoción de la Bolocco después de ser escogida como la más bella de todas. Así se compone la memoria chilena, casi como un cliché. Un rompecabezas de hitos periodísticos, algunos relevantes por esencia, otro por lo que representaron y dejaron entrever. Voces conocidas, otras que no pasan a la página siguiente. Sin duda alguna, un regalo para los amnésicos.

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CITAS DEL LIBRO:

  • A pesar de que llegaban guaguas nuevas con gran regularidad, el sexo no existía, era una actividad medio degenerada que ocupaba a otra gente. Celebro mi rebeldía. Por Delia Vergara (Septiembre de 2002)
  • El amor puertas afuera me ha parecido más romántico y entretenido, porque tiene más riesgos. No se muere la seducción ni el erotismo. Es legal escaparse en los momentos malos y reponerse en soledad. Celebro mi rebeldía. Por Delia Vergara (Septiembre de 2002)
  • La rebeldía es la adolescencia de la libertad. Celebro mi rebeldía. Por Delia Vergara (Septiembre de 2002)
  • La vida es una maravilla. Horrenda, naturalmente, pero una maravilla… lo más horrendo es lo que dura más… pero… ponte tú que todo termine en nada. María Luisa Bombal en La implacable Bombal y sus bondades. Por Marta Blanco (Octubre de 1975)
  • Con Viviana tenían planes para terminar el colegio e irse a estudiar a Iquique. Hablaron muchas veces de vivir ahí, de conocer otra gente, de ser profesionales. Pero ahora Viviana no está y Pamela tiene un embarazo de seis meses. No alcanzó a terminar el colegio y vive en la casa de su pololo. En Alto Hospicio los sueños se truncan fácilmente. Es fácil tropezarse con uno mismo, con las propias limitaciones e impulsos donde no hay nada más con qué toparse. Perdidas en la pampa. Por Juan Andrés Guzmán (Julio de 2001)
  • Si no tienen ellos alguna amante (y las mujeres generalmente lo saben), están tan ocupados con su trabajo que no se preocupan de sus esposas. Los niños, ya son adolescentes y no necesitan tanto a su madre. Ellas se aburren. Claro que hay excepciones. Hay algunas que se enamoran de otro hombre. Pero eso, a mi modo de ver ya no es infidelidad, porque cuando una se enamora generalmente decide dejar al marido y rehacer su vida al lado del otro hombre. Si una se enamora no puede combinar al amante y su vida al lado del marido, ¿no le parece? Entrevista a una mujer infiel. Por Isabel Allende (Noviembre de 1967)
  • Para mí el matrimonio era importante porque nos legitima ante la sociedad. De lo contrario, seguiría sintiendo que no nos toman en serio, como si todo lo que hacemos y sentimos fuera un capricho temporal, como si jugáramos a las casitas. Yo recuerdo que mi madre decía cosas como: ‘Esta Paulina insiste en ser lesbiana’ o, cuando rompía con una pareja me aconsejaba que buscara marido. Para mí fue súper duro constatar que para mi familia siempre he sido una vergüenza. No importa que fuera inteligente, íntegra, dedicada, todas mis virtudes se consideraban opacadas por ese ‘pero’. Yo sé que cualquiera en Chile preferiría tener un hijo patán, drogadicto, traficante, antes que una hija lesbiana. Lina y Paulina, lesbianas chilenas y recién casadas. Por Alejandra Matus (Agosto de 2003)
  • El mejor anticonceptivo es un buen proyecto de vida. Las princesas de la Pintana. Por Alejandra Carmona (Diciembre 2008)
  • Quien tiene ambiciones de tipo material, no puede ser feliz. Augusto Pinochet en Los Pinochet. Por Malú Sierra (Septiembre 1974)
  • No tengo otra mira ni otro deseo que la historia, cuando me juzgue, me juzgue bien. Augusto Pinochet en Los Pinochet. Por Malú Sierra (Septiembre 1974)
  • La felicidad, pienso, no está en hacer las cosas que uno quiere, sino en querer las que uno tiene. Las que uno tiene la convicción de que son buenas. Cecilia Bolocco en Miss Universo: el precio que no va a pagar. Por Lilian Olivares (Septiembre 1987)
  • Una vez que una empieza en esta pendiente de reírse de sí misma, los demás le pierden el respeto a una. Me fui a ofrecer de corista al Bim Bam Bum. Por Isabel Allende (Septiembre 1973)