La perla de China – Anchee Min

La perla de ChinaLa perla de China es una novela ambiciosa. Anchee Min retrata, con la majestuosidad que la caracteriza, la vida de la Premio Nobel de Literatura, Pearl Buck, una mujer occidental cuyo amor por el pueblo chino no tuvo límites. Y es que el cargo de consciencia puede ser el detonante de hitos realmente importantes de nuestra vida. Min, como señala en una nota al final de su libro, hizo caso a las órdenes de madame Mao y denunció a Pearl Buck en los años setenta, sintiéndose orgullosa de defender a su pueblo de tamaña “imperialista cultural americana” sin cuestionar siquiera el daño que podía estar encausando. Resulta que el tiempo pasó, y La buena tierra, obra maestra de Buck, llegó a las manos de Min en formato de bolsillo como regalo de una de sus lectoras durante la presentación de una novela de la autora. Y Min por primera vez se cuestionó lo que décadas antes hubiera hecho sin siquiera titubear, porque fue en Pearl Buck quien, y aquí cito a la autora, conoció al primer escritor que escribiera sobre el campesinado chino con tanta admiración, cariño y humanidad. En ese instante, en un avión y terminando La buena tierra, Anchee Min concibió La perla de China, una novela histórica que la absolvería de la culpa.

Bajo este contexto, nace una historia llena de poesía, donde conocemos la vida de Pearl a través de los ojos de Sauce, su mejor amiga desde los años de infancia en Chinkiang. Y es esto, a mi gusto, lo más destacable de la novela de Min: el identificar con absoluta lucidez el punto de vista adecuado para contar una historia como esta. Así, nos muestra el mundo de Pearl y logra que la queramos y velemos por su bien desde pequeña y hasta su muerte, porque a pesar de que Sauce no sea más que un invento de la autora, ella misma sabe reconocer que es la mezcla perfecta, y quizás inexistente en la realidad, de un pueblo chino que supo amar y valorar a Pearl por lo que siempre fue y sintió, por esa incondicionalidad ante la nación china.

La perla de China avanza a un ritmo calmo, que a veces enamora y otras desgarra. Una historia fascinante sobre tiempos que, afortunadamente, forman parte del pasado, pero también, por supuesto, de la memoria colectiva, gracias a obras de belleza tan sutil y romántica como las de Anchee Min.

CITAS DEL LIBRO:Anchee Min

  • Aunque su salud seguía deteriorándose, nainai estaba decidida a hacer algo para mejorar nuestra suerte. Recuperando su antigua profesión, comenzó a recibir hombres en la parte de atrás de la choza. Cuando me daba un puñado de semillas de soja tostadas, yo entendía que era hora de desaparecer. Me echaba a correr por los arrozales y los algodonales hasta el monte y me escondía en las arboledas de bambú, donde me ponía a llorar porque no soportaba la idea de perder a nainai como había perdido a mi madre.
  • Carie cantaba lo primero que se le ocurría. Yo oía las estaciones del año en su voz. El sonido de la primavera era como el fluir del río Yangtsé en los arroyos. El del verano, como el roce del sol en la piel. El otoño se traducía en colores que agudizaban y hacían vibrar mis sentidos. El invierno adquiría un tono grave, evocando en mi mente una historia de nieve.
  • Nos pusimos elegantes para la función. Yo llevaba un vestido de algodón floreado en azul y Pearl un vestido de seda en púrpura bordado con mariposas de color rosa. Pearl se recogió el pelo rizado con cuidado bajo el gorro de punto negro. Por detrás, parecíamos gemelas. Nos hicimos un collar de capullos de jazmín recién cogidos. Enfilamos de la mano, hacia la orilla del río donde tendría lugar la actuación.
  • Con todo, había cosas que nunca cambiarían. En el cielo cristiano de nainai, los ángeles adoptaban la forma de flores de melocotonero, mariposas y colibríes. El mismísimo Dios vivía en un paraje chino donde las nubes se reflejaban en los lagos y las montañas se veían cubiertas de pinos y bambúes.
  • Amo a mi país, tanto que odio que no sea todo lo que quiero que sea.
  • <<Es una lástima que los intelectuales de China prefieran la fantasía al realismo -me escribió Pearl-. Es más fácil cerrar los ojos ante la enfermedad y la muerte.>>
  • Nuestra orgullosa civilización y herencia pasan a ser ridículas cuando nuestra lengua se utiliza no para crear comunicación y entendimiento, sino distancia y aislamiento.
  • <<Escribir una novela es como perseguir y atrapar espíritus -diría Pearl de su proceso de escritura-. El novelista es invitado a experimentar sueños maravillosos. El que tiene suerte consigue vivirlos una vez; los más afortunados los viven una vez tras otra.>>
  • Si hubiera tenido que plasmar el paisaje con un pincel chino, hubiera pintado Estados Unidos con brochazos y manchas de tinta, y China con líneas finísimas y gran minuciosidad.