El lado bueno de las cosas – Matthew Quick

El lado bueno de las cosas¿Qué puedo decir de esta novela? La conocí, creo que como mucho más, por medio de la película nominada a tantos premios. Y claro, vi la película y me enamoré de los protagonistas, del descaro con que se desenvuelven, de la vulnerabilidad que representan. Como uno es inconformista, fui a la librería de turno a comprar la novela en la cual se basaba la historia que le dio su primer Oscar a Jennifer Lawrence, y sorpresa, para variar las editoriales chilenas se quedaron en la edad de piedra y nadie sabía de lo que estaba hablando. La encargué a España, y después de unas semanas de espera, pude leerla en un, dos por tres.

Un final feliz, el título original, me hace más sentido con la novela. Es que cuando abrí la encomienda y me dispuse a leer la historia de Pat y Tiffany, como si fuese la misma que me dispuse a ver tiempo atrás en el cine, caí en un enorme error. La película efectivamente está basada en el libro, pero a diferencia de muchas otras adaptaciones, esta sí que simplemente está basada y nada más.

La novela narra la historia de Pat Peoples, un hombre que sale de una institución mental sin tener plena certeza del por qué estuvo encerrado en ella, con toda la intención de recuperar el tiempo perdido y, a su vez, recuperar también a su esposa, Nikki. Lo que Pat no sabe es que el tiempo que ha pasado encerrado ha sido el suficiente como para que las cosas cambien, no solo en lo que respecta a su vida amorosa, sino también en todo lo relacionado a su familia tal y como la recordaba. Aquí aparece su bendición, Tiffany, una viuda con una personalidad deslumbrante -sumamente similar a la Tiffany interpretada por Lawrence, hay que decirlo-, que ve en Pat algo especial y decide seguirle los pasos. Así surge una extraña amistad, con dobles intenciones, secretos y verdades, pero que a fin de cuentas nos muestra como lo que somos: humanos con problemas para relacionarnos y para asumir nuestra propia realidad. Es así que la novela funciona como una radiografía social sin importar raza, género o condición social, porque, ¿quién no ha querido evadir su propia vida en los momentos difíciles? Aquí nos vemos reflejados en ambos protagonistas, tan necesitados de un oído, de alguien que les labre el camino, sin comprender desde un inicio que si tú mismo no sabes quién eres ni lo que esperas de la vida, nadie, ni quienes más te quieren, pueden hacerlo por ti.

Un final feliz es una novela entretenida, narrada en un estilo punzante -que a ratos hace pensar que Pat, aparte de sus trastornos psiquiátricos, también tuviese trastornos de personalidad y razonara como un niño de diez años-, que te sumerge en un mundo de disyuntivas sociales sin necesariamente profundizar en las mismas, dejándole el espacio al lector para las reflexiones posteriores.

CITAS DEL LIBRO:

Matthew Quick

  • Cuando corro, siempre imagino que estoy corriendo hacia Nikki, y eso me hace sentir que reduzco el tiempo que he de esperar hasta verla de nuevo.
  • He visto cómo me mirabas. No me cuentes rollos, Pat. Vivo en la parte trasera, en un pequeño apartamento separado de la casa, así que no hay posibilidad alguna de que mis padres nos pillen. Odio el hecho de que hayas llevado esa sudadera a la cena, pero puedes follarme siempre y cuando apaguemos las luces antes de empezar. ¿De acuerdo?
  • Miro a Tiffany, que tiene los dos codos apoyados sobre la mesa. Lleva una camiseta negra que hace que su pelo parezca aún más oscuro. Lleva demasiado maquillaje, como siempre. Parece triste. Parece enfadada. Es distinta a todas las personas que conozco. Ella no se pone una careta para ocultar sus sentimientos cuando sabe que está siendo observada. No se pone una careta cuando está conmigo y eso me hace confiar en ella.