El Infierno de Gabriel – Sylvain Reynard

El Infierno de GabrielDebo reconocer que con los primeros dos tomos de la trilogía Cincuenta Sombras creí haber cumplido mi cuota de literatura erótica. Luego llegó Desnuda a las librerías y ahora último El Infierno de Gabriel, pero fue éste y no el libro de Raine Miller el que me llamó la atención, y tras leer bastantes opiniones positivas en blogs dedicados al tema, decidí intentar reconciliarme con el género con un resultado mucho más satisfactorio del que esperaba.

Al hablar de literatura erótica es imposible que no se me venga a la cabeza la trilogía dedicada a la vida sexual de Christian Grey, y si nos ponemos quisquillosos, es poco lo que a fin de cuentas se puede poner en un paralelo con la novela de Reynard. A grandes rasgos, en ambos tenemos una relación entre un hombre experimentado y una joven primeriza, ambos se estructuran mayoritariamente en diálogos -lo que agiliza la lectura-, ambos derivan de fanfics de la saga Crepúsculo y en ambos la música funciona como impulsor de conflicto. Más allá, poco y nada es comparable, porque la prosa de Sylvain Reynard supera con creces a la de James, y siendo honesto, su historia también. No digamos que el autor haya inventado la rueda o algo por el estilo, pero El Infierno de Gabriel es un libro sumamente interesante, y ahora vamos a definir los por qué.

La novela tiene una historia quizás un tanto trillada si pensamos en lo que se ha venido dando en el género, pero el autor sabe darle ese algo especial, encantador y un tanto hipnotizador que, cuando se mezcla con la estructura básica, funciona de maravillas. La historia es la siguiente: Gabriel Emerson es un profesor universitario especialista en Dante, a cuya cátedra se suma Julia Mitchell, una joven que quiere hacer su doctorado y especializarse en arte italiano. Vemos la dinámica que surge entre estos personajes desde la primera página, enrevesada por un sinfín de complicaciones que enriquecen el texto, desde el descubrimiento de que sus vidas están conectadas desde tiempo atrás hasta la aparición de una serie de personajes bastante interesantes, por decir lo menos -Christa, Paul, la profesora Dolor, Paulina-. Tras asumir el sentimiento que los une, tendrán que luchar contra los protocolos universitarios establecidos, sus propios secretos y fantasmas del pasado para esclarecer si efectivamente son capaces de amarse el uno al otro en plenitud. Todo esto bajo el contexto de la historia entre Dante Alighieri y Beatriz Portinari, admirada por ambos, profesor y alumna.

Tal y como el autor menciona en sus páginas, Julia se encargará de desvirgar emocionalmente a Gabriel, y es este uno de los temas más interesantes del libro, la profundidad que se logra en los personajes, en sus vidas previas a ese momento en que se reencuentran en un salón de clases, lo que a mi gusto es un goce; ese ir descubriendo junto a ellos los secretos, los miedos, el ser que uno esconde del mundo por miedo a las posibles reacciones o represalias. Porque es eso lo que finalmente construye un puente con el otro, lo que genera el vínculo amoroso. Si fuese por mí, no calificaría al libro como erótico, sino más bien como romántico, o como una novela de emociones, si pudiese ser más específico. Por supuesto, el libro tiene momentos de intensidad erótica -para quien quiera ver hombres con cuartos rojos de dolor al estilo Grey, se llevará una decepción-, pero es exactamente eso, intensidad erótica y no sexual, lo que me parece un logro que no he visto en este género aún, teniendo de referente exclusivo a James, claro. Y aplaudo a Reynard, porque con sutileza y prosa envidiables concibe escenas inolvidables que harán que más de alguien se sonroje y quiera volver un par de páginas para disfrutar con todos los sentidos de esta historia absorbente.

Punto aparte es la selección de canciones escogidas para su obra, que personalmente me parece un acierto, sobre todo las de Loreena McKennitt. Dejo la invitación abierta para quien quiera disfrutar de una novela interesante y envolvente. Para quienes ya hayan disfrutado de la historia de Gabriel y Julia, solo nos queda esperar la traducción de la segunda parte, El éxtasis de Gabriel, para marzo de este año.

CITAS DEL LIBRO:

  • Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene unas manos tan pequeñas.
  • Me gusta pensar que a veces… solo a veces, el silencio puede ser más fuerte que el mal. Y me gusta pensar que, si no digo nada, la gente oirá el odio que sale de su boca con sus propios oídos, sin nada que los distraiga. Tal vez la bondad sea suficiente para mostrar el mal como lo que es, sin necesidad de reprimirlo con más mal.
  • En su famosa Suma Teológica, santo Tomás afirma que toda acción malvada o pecado es una forma de autodestrucción. Considera que la naturaleza humana tiende a ser buena y sensata. Cree que la naturaleza de animal racional del hombre fue creada por Dios para la búsqueda del bien y, más específicamente, de las virtudes. Cuando un ser humano se aparta de ese destino natural, se daña a sí mismo, porque no hace aquello para lo que fue diseñado. Lucha contra él y contra su naturaleza.
  • Según la filosofía de Dante, la lujuria es un amor descarriado, pero no deja de ser amor. Por esta razón, lo considera el menos malo de los siete pecados capitales y coloca el Círulo de la Lujuria justo debajo del Limbo. La lujuria es el mayor de los placeres terrenales.
  • El sexo no es solo una unión de los cuerpos, también es una unión espiritual; una unión extática de dos cuerpos y dos almas, que imita el gozo y el éxtasis de la unión con la divinidad en el paraíso. Dos cuerpos unidos en el placer. Dos almas unidas a través de la conexión entre sus cuerpos, así como la entrega entusiasta y altruista del propio ser.
  • ¿Es aceptable la esclavitud si es consentida?
  • Por ti, desearía no tener pasado.
  • Nunca volveré a ver nada a este lado del cielo más hermoso que tú.