La Antártica empieza aquí – Benjamín Labatut
La Antártica empieza aquí es el primer libro del chileno Benjamín Labatut. La compilación de cuentos obtuvo el premio Caza de Letras 2009, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Editorial Alfaguara. Caza de Letras es un concurso literario similar a un reality show, que cuenta con un jurado y donde el público puede votar por sus obras favoritas vía online.
Después de tres años de su edición en la UNAM, nos encontramos con siete cuentos que componen el título editado por Alfaguara, donde algunos se cruzan entre si -lo que no afecta la lectura de cada texto de modo independiente-. El autor nos presenta personajes con fracturas, que tienden a no querer vivir su presente, la propia vida. Es así que nos introducimos en el mundo de un periodista que busca ser escritor, de un poeta perdido en un viaje a la Antártida, de una mujer con llagas en la piel, de un joven futbolista que debe prostituirse para sobrevivir y de un viejo músico ad portas de morir, entre otros. Un libro inquietante e inteligentemente construido.
CITAS DEL LIBRO:
- No era una vocación como cualquier otra: ser escritor, como ser soldado o samurái, tenía que ver con una postura violenta frente a la realidad, una oposición activa, una resistencia sin compromisos y sin tregua. La normalidad, la rutina, la felicidad eran para los demás, mientras que la vida del escritor servía para acercarse al abismo.
- En el trabajo me escondía en el baño para poder leer, e incluso hoy asocio algunos autores con el olor a mierda de mis colegas y la marca de cloro que usaban las mujeres del aseo. Todo me parecía una pérdida de tiempo frente a la necesidad de leer, de preparar lo que yo iba a escribir.
- Mira hacia afuera, amor: hay cuatro soles en el cielo. Nada está inmóvil, todo vibra en perfecto orden. Abre los ojos, la salida no existe. No hay cura para la vida.
- Brindaron por los escritores que nunca escribieron y por los que dejaron de escribir; brindaron por los libros que no leerían jamás, los poemas que no escribirían, los cuentos que no podían terminar. Bebieron por la inmortalidad y por el olvido hasta perder la cabeza.
- Constantino ejerce la prostitución como había jugado al fútbol: casi siempre en silencio. El acto tiene algo de ritual. Ha perfeccionado una rutina que parece satisfacer a la mayoría, pero lo importante es observar, adaptarse a los gustos del cliente, fundirse con el deseo del otro.
- Lo primero que hice al llegar a París fue perderme. La gente le tiene mucho miedo a eso, pero no es tan malo. Cuando uno está perdido, todo lo demás está en su lugar, y es fácil de encontrar.
- Fueron los años más felices de mi vida. Aunque tal vez esté equivocado, porque uno recuerda las cosas como quiere. Tal vez estos sean los mejores años de mi vida, esta cama, esta pieza, este cerro en Valparaíso, esta ropa con hoyos.
- Volverse loco, insistes, es como regresar de un viaje y encontrar la casa vacía, la despensa saqueada y las camas deshechas, pero sin saber jamás quién durmió en tu cama, quién comió tu comida.